El COVID-19 ha cambiado la vida de los niños y las familias en todo el mundo y está afectando los esfuerzos para poner fin al matrimonio infantil y la mutilación genital femenina (MGF). Las medidas adoptadas para contener la propagación de la pandemia, como el cierre de escuelas y las restricciones de movimiento, están interrumpiendo las rutinas de los niños y sus sistemas de apoyo.

Es probable que cientos de millones de niños y adolescentes enfrenten amenazas cada vez mayores a su seguridad y bienestar, incluida la violencia de género, la explotación, el abuso y el abandono, la exclusión social y/o la separación de sus cuidadores y amigos. Sabemos por los brotes de ébola y por otras crisis de salud pública que las adolescentes se ven afectadas de manera desproporcionada por estas emergencias. Los esfuerzos para detener la epidemia de ébola provocaron el cierre de escuelas y la pérdida de educación; una disminución en el acceso a la información y los servicios de salud reproductiva; una pérdida de medios de subsistencia y una contracción de las redes de apoyo social. Estos socavan las estrategias para acabar con la mutilación genital femenina y el matrimonio infantil, y amenazan el progreso que se ha logrado durante la última década.

Esta nota técnica ofrece una lista de los efectos del COVID-19 en los adolescentes, así como las intervenciones del programa a nivel nacional y comunitario.

Fuente: Nota Técnica sobre COVID-19 y Prácticas Nocivas