La preocupación por las poblaciones de refugiados y su riesgo de enfermedades prevenibles durante la pandemia de COVID-19 es alta. Los campos de refugiados son el hogar de grupos concentrados de personas con acceso limitado a los servicios de salud, lo que facilita la propagación de enfermedades pero dificulta la prestación de tratamientos. Las vacunas existentes ofrecen a las poblaciones vulnerables una parte fundamental de la medicina preventiva, especialmente a los niños que más sufren durante una crisis humanitaria. Los expertos en modelos de enfermedades y salud humanitaria en JHU discutirán qué impacto tendrá COVID-19 en términos de infecciones y resultados en los campos de refugiados, y la respuesta necesaria para proteger a los niños con inmunizaciones de rutina y una posible vacuna COVID-19.
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